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Profesor de yoga
Si yo pasé de una consultoría de finanzas a profesor de yoga, ¡tú también puedes!
Es un dato comprobado que el 90% de las personas que cursan una formación en yoga lo hacen para su propio crecimiento. Y de esas, más del 60% acaban impartiendo clases en escuelas de yoga, en centros cívicos, en gimnasios o a sus compañeros de trabajo.
Ese fue mi caso. Y poco a poco he llegado a dedicarme 100% a la enseñanza del yoga.
El yoga es muy amplio y abarca desde la meditación y la práctica física, algo que nos resulta familiar, y también la psicología, la alimentación, la anatomía o la filosofía, por nombrar algunos campos donde el yoga nos ofrece una explicación que se gestó hace más de 5.000 años, y que aún hoy es fruto de investigación.
¿Alguna vez has pensado que detrás de un “ejercicio físico” o de “una sentada” podía haber tanto conocimiento?
Hace unos miles de años alguien sentado en postura de meditación, con los ojos cerrados y sin más instrumento que la mente, describió muy ajustadamente lo que hace poco más de dos siglos hemos “descubierto”: las meninges. Increíble, ¿no?
Este es uno de los campos que despertaron mi interés más allá de la postura física y en los que hoy sigo investigando gracias a la práctica de yoga.
Si quieres saber más, conocer qué hay más allá de sentarse con los ojos cerrados o más allá de hacer posturas extrañas, si tienes curiosidad por la filosofía oriental, el curso para formarte como profesor de yoga empieza el 16 de diciembre.
Manel
Profesor de yoga