La revista de referencia de las terapias holísticas, el crecimiento personal y el cuidado natural
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Así fue nuestro viaje:
Primer día: A la llegada a Tashken (la capital) nos dirigimos a la plaza Khast Inam, el centro religioso de Uzbekistán, para ver el complejo arquitectónico Hasti Inam y visitar: la madraza Barak Khan, la madraza Kaffal Shoshi, fabulosamente decorada con una cúpula azulada; la mezquita Tilla Seykh, con sus doce cúpulas construido en el siglo XIX; y la biblioteca Moyie Mubarek, que alberga el Corán de Usmán, el más antiguo del mundo original del siglo VII.
Por la tarde un recorrido por los lugares más destacados de la ciudad, como la torre de TV, el Parque de las Represiones, donde se halla un templete con largas columnas y una bonita cúpula azul que es un memorial en honor a las víctimas que perdieron la vida durante el régimen de Stalin; la Mezquita Blanca, cuya fachada de piedra azul y blanco nos dejó boquiabiertos; la animada Plaza de la Amistad y el metro de la ciudad, bello por su decoración.
Segundo día: Iniciamos un recorrido por la parte antigua de la ca- pital. El bazar oriental de Chorsu, un mercado cubierto con una elegante cúpula de color turquesa de estilo persa y timúrida. A continuación, vimos los exteriores de la Madraza Kukeldash, la más grande de la ciudad construida en ladrillo cocido y desde cuyas torres los muecines llaman a los fieles a la oración. En la parte moderna vimos la Plaza de la Independencia y Eternidad, de estilo soviético; los exteriores del Palacio de Romanov, construido para el Gran Duque; la Plaza de la Ópera y el Ballet, con una bella fuente central y el teatro al fondo, y por último, la Plaza de Amir Temur, donde se encuentra la estatua del conquistador.
Tercer día: Realizamos la visita al complejo arquitectónico Itchan-Kala de la ciudad de Jiva, protegido por altas murallas de ladrillo. Cons- truido entre los siglos XII y XIX, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Jiva formó parte del triángulo de la Ruta de la Seda junto a Bujará y Samarcanda. Sus suntuosos pórticos de azulejos componen un camafeo azulado así como el color azul en mezquitas y madrazas. Vimos el minarete Kalta Minor, decorado con los atractivos y típicos azulejos en tonos azules y blancos y la madraza Mokhamed Amin Khan, que fue una de las más grandiosas de Asia Central; el castillo Kunya Ark, la madraza Mohammed Rakhmin Khan que alberga un interesante museo de la ciudad; la mezquita Juma del siglo X, que alberga un espectacular patio con 212 columnas de madera minuciosamente talladas; el minarete Islam Khodja, desde sus 57 metros de altura se ve una vista total de Jiva; el palacio Tash Hovli, de cerámicas de color azul traídos de China; la madraza Allakuli Khan, uno de los mejores ejemplos de arquitectura de Corasmia; y por último el caravanserai, donde las caravanas pernoctaban en la ruta de la seda. Por la tarde la visita al mausoleo de Pahlavan Mahmud*. Descubrimos este imponente edificio funerario construido en honor al filósofo, poeta, luchador, artesano curtidor y fundador de la rama del sufismo Pahlavan Mahmud, patrono de la ciudad. Después la inolvidable puesta de sol desde el mirador de Oq-Sheykh Bobo.
Cuarto día: Salimos hacia la ciudad de Bujará, ubicada al sureste de Jiva. Durante el viaje atravesamos el desierto Kizil-Kum que significa “las arenas rojas” cruzamos el histórico río Amudaria, que junto al Sirdaria marcan la frontera con la República de Kazajstán.
Quinto día: Bujará, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Visitamos el mausoleo de los Samánidas, que está construido bajo una técnica que sigue principios proporcionales y donde está enterrado Ismail Samaní, el emir que tres renunciar al zoroastrismo se convirtió al islam e hizo de Bujará uno de los grandes centros religiosos y culturales; el mausoleo Chashma Ayub y su manantial sagrado; y la mezquita Bolo-Hauz. Después el complejo arquitectónico Lyabi Hauz donde admiramos las madrazas Kukeldash y Nadir Divan-Begi. Después vemos los exteriores de la mezquita Magoki Attory, la madraza Ulughbek y la madraza Abdulaziz Khan. Continuamos y vimos el imponente complejo arquitectónico Poi Kalyan con el minarete Kalon, que representa la historia de Bujará durante el siglo Xll; la mezquita Poi Kalon del siglo Xll, una de las más grandes de Asia Central; los exteriores de la madraza Miri Arab, construida en tiempos del Khan Ybaidullí en el siglo XVI; y por último pasamos por las “cúpulas de comercio”, un complejo del siglo XVl que forman 3 de los 5 bazares de la época dorada de la Ruta de la Seda, cuyos recintos abovedados se unen a un gran número de galerías para el comercio y los talleres de los artesanos. Por la tarde la ciudadela Ark y la madraza Chor Minor: admiramos la ciudadela Ark del siglo lV a. C, la estructura más antigua de la ciudad y residencia de los emires. A continuación, hacemos la visita a la madraza Chor Minor, una bellísima edificación de silueta perfecta con 4 minaretes coronados por las típicas cúpulas azules.
Sexto día: Salimos destino a Samarcanda, hicimos un recorrido por la vibrante ciudad, la hermosa Plaza Registán, el corazón de la ciu- dad y la plaza más importante de la Ruta de la Seda.
Aquí vimos las tres espectaculares madrazas de los siglos XV-XVII como la de Ulughbek, la cual goza de una espectacular fachada de más de treinta metros y está ubicada frente a la madraza Shir-Dor, conocida por los famosos tigres de mosaicos de colores representados en el pórtico de entrada. En el centro de las dos anteriores, se erige la madraza Tilla Kari, cuya superficie interior de la cúpula está recubierta de oro y muchos detalles. Después el mausoleo Guri Emir, con la tumba de Tamerlán, el último líder nómadas de origen turco y mongol.
Séptimo día: en Samarcanda, visitamos la mezquita Bibi Khanum, modelo de arquitectura de toda Asia Central y el bazar cubierto Siab. Seguidamente nos dirigimos al complejo arquitectónico Shakhi-Zin- da, necrópolis que alberga más de veinte construcciones entre mau- soleos y edificios ceremoniales de increíbles mosaicos construidos entre los siglos IX y XIX. El Observatorio lughbek del siglo XV.
Octavo día: Punto y final de viaje.
Regreso a Taskent y vuelta a casa.
Fue un viaje maravilloso que repetiremos ya que creo que nos han quedado coses en el tintero, 8 días se han hecho cortos. Y hemos hablado tanto de este viaje con familiares y amigos que seguro que con alguno de ellos volveremos.
