La revista de referencia de las terapias holísticas, el crecimiento personal y el cuidado natural
María Martínez Calderón
Terapeuta y facilitadora de Constelaciones Familiares
Residencial de verano: 12, 13, 14 y 15 de agosto en La Llacuna
Cuando pienso en los residenciales de verano me entra una cierta nostalgia y satisfacción, pensando en tantas vivencias que han ocurrido durante estos 10 años, realizando constelaciones familiares en la naturaleza…
En uno de estos residenciales vino Josep, un señor mayor muy malhumorado. Era gruñón, se quejaba por todo y siempre me retaba, por suerte yo no me tomo nada como personal, así es que lo acompañaba de la mejor manera.
Yo sabía que en su constelación descubriríamos el motivo
de su carácter amargo, Josep había llegado a un buen lugar,
todo el grupo le acompañó en todo momento con cariño.
Cuando fue el turno de su constelación, me contó que el único motivo que le generaba malestar era la muerte de su hijo. Entendí que estuviera enfadado con la vida, ¡qué duro tiene que ser despedir a un hijo!
Así fue como en su constelación vimos que Josep se negaba a soltarlo y a dejarlo ir, no aceptaba que se hubiera muerto antes que él y estaba enfadado con Dios y con el mundo entero.
Durante la puesta en escena y mientras los representantes
realizaban su papel, se desató un fenómeno meteorológico
un tanto inusual, era como un pequeño tornado que hizo
volar sillas y todas nuestras cosas.
Yo sabía que todo estaba al servicio de la constelación y
tranquilicé a los asistentes para que siguieran con su trabajo. Josep, estaba luchando con todas sus fuerzas en contra de querer aceptar lo que no se podía cambiar.
Josep comprendía lo que tenía que hacer, pero se aferraba
a ese hijo que durante tantos años había llenado su vida de
sentido.
Poco a poco su sufrimiento se transformó en dolor y en llanto, un desconsuelo profundo y liberador a la vez. Por fin Josep había soltado y permitido que el duelo fuera completado.
Entonces el viento paró y los pájaros empezaron a cantar animados, era un canturreo feliz de celebración. O al menos así lo vivimos los que allí estuvimos.
Josep se transformó a partir de ese día en una versión de sí mismo más amable y cariñosa.
Entiendo que este relato pueda parecer extraño para muchos que no conozcan el trabajo con las constelaciones familiares, pero cuando estamos atentos y conectados a lo que pasa en nuestro entorno, podemos ser capaces de captar estas sincronicidades
Este año será nuestro décimo encuentro y estaremos muy felices de que nos acompañes para que puedas vivir en primera persona la magia del encuentro.
Hasta entonces, recibe un cálido y cordial abrazo, María Martínez, consteladora familiar, terapeuta y autora del libro “Manual para aprender a amar(te).
Encontrarás más información sobre este retiro de verano en mi web: mariamartinezcalderon.com/calendario/residencial-de-verano/ O llamando a Josefa Brugarola, responsable de coordinar este retiro: 605 810 393