La revista de referencia de las terapias holísticas, el crecimiento personal y el cuidado natural
La revista de referencia de las terapias holísticas, el crecimiento personal y el cuidado natural
Thomas Chiche. Doctor en Quiropráctica.
Co-Fundador de Momentum Quiropràctic
La adaptación de un organismo es su capacidad a cambiar su fisiología para acomodarse a su entorno externo e interno. En un estudio del 2015 se especificó que “La trayectoria de la vida se compone de crecimiento, meseta y pérdida progresiva del sistema adaptativo del funcionamiento de los órganos. La disminución de la variabilidad fisiológica lleva a una disminución de la capacidad de adaptación de este sistema” [1]. Esto explica que la razón por la cual envejecemos y desarrollamos enfermedades está fuertemente relacionado a una reducción de nuestra capacidad de adaptación frente a nuestro entorno.
Cada día, nuestro cuerpo está confrontado a diferentes tipos de
estreses: Estreses emocionales tal y como, trabajo, relaciones
humanas, percepción de su entorno; estreses químicos como
alimentos procesados, toma de medicación, productos de limpieza, el agua que bebemos; y estreses físicos como una caída, una mala postura, micro traumas repetitivos… Estos estreses son fuerzas externas que nos van dañando. Pero al contrario de una pieza de coche que reemplazamos con el uso, nuestro cuerpo se adapta a estos estreses y nos vuelve a regenerar.
Cada día, la inteligencia innata de nuestro cuerpo cura heridas, elimina células cancerígenas o defectuosas, aumenta nuestra temperatura corporal cuando un patógeno entra en nuestro
organismo para debilitarlo, transforma cualquier alimento que
pongamos en nuestra boca para crear nuevos tejidos vivos.
Pongamos un ejemplo más concreto. ¿Por qué dos personas sentadas en la misma terraza en invierno, comiendo el mismo plato y compartiendo la misma experiencia, uno se pone enfermo y el otro no? El virus al cual se expusieron es el mismo, pero la capacidad de adaptación de cada uno es diferente. Uno pudo luchar contra este virus y el otro no.
La salud es una consecuencia de las funciones normales del cuerpo que se llevan a cabo, adaptándose a las necesidades en cualquier momento.
¿Entonces, cómo esta inteligencia innata, consigue coordinar cada célula de nuestro cuerpo y permitir que nos sigamos adaptando adecuadamente en cada segundo?
Lo consigue a través del sistema nervioso. El cual está compuesto de: el primero órgano a ser creado que es el cerebro (el jefe), su elongación que es la médula espinal (la autovía de información que conecta el cerebro y el cuerpo) y los nervios, que son como cables que se dividen y subdividen para llegar a cada órgano, músculo y tejido del cuerpo.
Por ser el sistema más importante de nuestro cuerpo, el cerebro está completamente cubierto por una capa de hueso que llamamos “cráneo”, y la médula está protegida por 24 segmentos móviles que llamamos “columna vertebral”.
Cuando esto ocurre, el cerebro ya no es capaz de mandar y/o recibir correctamente la información de lo que ocurre dentro fuera del cuerpo, en otras palabras, el sistema nervioso no es capaz de adaptar correctamente nuestro organismo a su entorno. En este momento, empezamos a perder funciones normales poco a poco y con ello nuestra capacidad de adaptación. Esto puede resultar a padecer cualquier síntoma como: insomnio, fatiga, problemas de concentración, migrañas, problemas de oído, dolor de hombro, síndrome del túnel carpiano, condiciones de corazón, asma, bronquitis crónica, problemas hormonales, digestivos, carencias alimentarias, condiciones autoinmunes o inflamatorias, infertilidad, menstruación dolorosa, disfunción eréctil, ciática, esguinces recurrentes, alteración de la pisada, mal uso de meniscos, hiperlaxitud ligamentosa, entre infinitos otros problemas de salud.
En nuestro centro, Momentum Quiropràctic, hacemos un historial de salud holístico poniendo interés por los tipos de estrés en que el paciente está sometido a diario y los más relevantes de su pasado. Tomamos radiografías de columna completa para ver el estado de las vértebras y su posición anormal, y así tener la máxima especificidad a la hora de ajustarlas. Hacemos un estudio completo del paciente para entender cuales son los sistemas u órganos primariamente afectados y junto con pruebas neurológicas, detectamos las subluxaciones principales que están afectando a su sistema nervioso.
Una vez corregimos estas subluxaciones a través de los ajustes quiroprácticos, el cerebro vuelve a integrar la información del cuerpo y mandar de vuelta la respuesta adecuada. El proceso de sanación vuelve a reiniciarse y, en otras palabras, nos sentimos y funcionamos mejor.
El cuerpo es maravillosamente complejo y está diseñado de tal manera que siempre se adaptará con los recursos que tiene para mantenerse vivo y funcional de la forma más eficiente posible. En lugar de ir en contra de él, y forzarlo a volver “dentro de los valores normales” (por ejemplo depender de medicación por la hipertensión, alergias, pastillas anticonceptivas para la regulación hormonal, etc), deberíamos plantearnos de trabajar a favor de él y permitir devolverle su capacidad innata de autorregulación y auto sanación para que el propio cuerpo haga lo que mejor sabe hacer: adaptarse al entorno con sus propios recursos.
Este es el principio en el cual se basa la quiropráctica.
Deseo de corazón que con este artículo hayas aprendido la importancia de tener un sistema nervioso libre de subluxaciones vertebrales para que puedas adaptarte mejor al entorno, viviendo en tu máximo potencial, corrigiendo y previniendo problemas de salud como te mereces.
Si quieres revisar el estado de tu columna vertebral y sistema nervioso hoy, mi equipo y yo estaremos encantados de recibirte en nuestro oasis en medio de la ciudad: Momentum Quiropràctic en Rambla de Catalunya 11. Y por ser lector/a de la Guía Holística, reserva tu Momentum de salud a -50% de descuento: una primera visita (valor de 70€) ahora por 35€ (válido únicamente este mes).
¡Te esperamos con los brazos abiertos!
[1] Sturmberg J, Bennett J, Picard M, Seely A. The trajectory of life. Decreasing physiological network complexity through changing fractal patterns. Front Physiol. 2015;6.