La revista de referencia de las terapias holísticas, el crecimiento personal y el cuidado natural
La revista de referencia de las terapias holísticas, el crecimiento personal y el cuidado natural
Montse Vilahur. Doctora en Quiropràctica
Fundadora de Momentum Quiropràctic
La realidad es que acudimos a un profesional sanitario cuando tenemos dolor y dejamos de ir cuando ya no lo sufrimos. Imagino que estarás de acuerdo conmigo con que normalmente cuidamos de nuestra salud cuando tenemos un problema enfrentándonos a que sea algo irreversible (una enfermedad grave) o simplemente no vivir con nuestro óptimo potencial sufriendo dolores “normales”.
A veces, no pensamos que llevar muchos años viviendo con fatiga, insomnio, dolor de cabeza en cada menstruación, dolor lumbar crónico después de hacer deporte, acidez después de comer y alergias cada cambio de estación… No es normal. Es común, pero no es nuestro estado natural de salud.
El sistema de salud actual es en realidad un sistema de enfermedad, reactivo, diseñado para salvarnos la vida en caso de emergencia o paliar nuestras enfermedades y dolores, pero en ningún momento está preparado para optimizar nuestro estado de salud actual de forma proactiva.
Todos nos merecemos vivir en plena expresión, levantarnos con energía, disfrutar de los seres más queridos, crecer el negocio de nuestros sueños y practicar el deporte que tanto nos gusta… Un estado de salud óptimo impacta a nuestro ambiente familiar, al rendimiento en el trabajo y sobre todo a nuestra felicidad y calidad de vida.
La Quiropráctica tiene el objetivo de prevenir enfermedades optimizando la salud de las personas. Se basa en los principios de que el cuerpo tiene una capacidad de autorregulación y auto sanación, lo cuál depende directamente del estado del sistema nervioso.
Cuando digo sistema nervioso me refiero al cerebro (nuestro primer órgano creado, el “jefe”, que coordina y controla el funcionamiento de cada parte del cuerpo) conectando a través de la médula espinal (una autopista de información que conecta el cerebro con el cuerpo), y los nervios (que actúan como cables que salen de la médula para hacer llegar el mensaje del cerebro a la parte del cuerpo en cuestión).
Al ser el sistema más importante del cuerpo, es el único que tiene una protección entera de hueso (el cerebro protegido por el cráneo y la médula por la columna vertebral).
Cuando los segmentos vertebrales se desplazan, pueden llegar a provocar interferencias en comunicación entre el cerebro y el cuerpo, llamadas: “subluxaciones vertebrales”.
Un 10% de nuestro sistema nervioso tiene receptores de dolor, que nos indicarán, como una alarma, si algo está mal. El otro 90% no lo tiene y a veces podemos tener subluxaciones que disminuyen nuestro funcionamiento, de forma tan sutil, que no notamos nada hasta que nos diagnostican una enfermedad o tenemos una lesión en el momento más inesperado (por ejemplo hago un partido de pádel y me lesiono el hombro y no entiendo por qué, mi tío sufrió un ataque de corazón pero era una persona que se cuidaba mucho y no había tenido ninguna señal hasta que pasó…).
Como dicen de generación en generación, ES MÁS FÁCIL PREVENIR QUE CURAR. Mi trabajo como quiropráctica es asegurarme que no haya interferencias neurológicas a nivel vertebral para que el cuerpo pueda recuperar sus funciones normales.
Los quiroprácticos tenemos los estudios universitarios especializados en detectar, analizar y corregir las subluxaciones vertebrales a través del ajuste quiropráctico, no es una manipulación ni un masaje. El ajuste quiropráctico es un movimiento rápido, seguro, suave y específico que devuelve la vértebra en su lugar adecuado liberando el sistema nervioso para que vuelva a fluir; como aquel que levanta el pie de la manguera y las plantas innatamente vuelven a florecer, pues así pero con cada parte de nuestro cuerpo optimizando nuestro funcionamiento integral.
Tenemos la tendencia de paliar el dolor o mirar la zona que nos duele pero, la mayoría de veces, donde nos duele no es la raíz del problema; y la Quiropráctica busca la causa del problema a través del estudio de la columna vertebral y el sistema nervioso. Como ya decía Hipócrates: “MIRA BIEN A LA COLUMNA VERTEBRAL PARA LA CAUSA DE LAS ENFERMEDADES”.
Ahora estaréis pensando…¿Y cuáles son las causas de las subluxaciones? La respuesta es: El famoso ESTRÉS. Hay 3 tipos de estrés: Físico (malas posturas repetitivas delante del ordenador, caídas, accidentes…), Químico (mala alimentación, exceso de medicación, polución…) y Emocional (ansiedad, depresión, problemas familiares…).
Cuando la demanda del estrés es superior a la capacidad que tiene el sistema nervioso para gestionarlo, ocurre lo mismo que pasaría en un sistema eléctrico: saltan los fusibles como protección del propio sistema. A mí me gusta llamarlo el “fusible biológico”, el término correcto sería el que ahora ya conocéis: la subluxación vertebral.
El cuerpo baja la demanda dejando algunas zonas del cuerpo “sin cobertura”, la señal no llega igual porque el cuerpo no puede gestionarlo y entonces afecta al organismo provocando dolor, enfermedad, lesiones con facilidad, falta de recuperación de cualquier trauma físico/emocional o simplemente falta de rendimiento el día a día (cansancio, migrañas, falta de concentración, tensión muscular…).
Mejor dicho, nuestro sistema nervioso baja la capacidad de adaptación en nuestro entorno causando un desequilibrio general.
Los ajustes quiroprácticos aumentan esta capacidad de adaptarse al ritmo de nuestro estilo de vida diario de forma eficiente y duradera, permitiendo que el cuerpo pueda gestionar mejor el estrés y recuperarse, regenerarse y revitalizarse. Es decir, la quiropráctica nos permite NO SOLO SENTIRNOS BIEN PERO FUNCIONAR BIEN.
Somos seres creados para funcionar de una manera perfecta: tenemos un sistema inmunitario que nos defenderá de los virus y bacterias, un sistema cardiovascular que si vamos a correr se acelerará innatamente y una piel que se va encargar de cicatrizar la herida sin que dependa del estilo de tirita que nos hayamos puesto.
EL MEJOR DOCTOR ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS. Lo único que necesita la naturaleza para funcionar como fue diseñada es estar libre de interferencias y LA SALUD EMPIEZA DESDE DENTRO.
Cuando vivo en plena expresión siempre me siento como esas bombillas que brillan al máximo de luz. Durante estos dos últimos años, hemos aprendido que no nos podemos permitir ser la bombilla que ha perdido potencia de luz porque puede repercutir nuestra salud, incluso nuestra vida o la de nuestros seres más queridos…
Pero con este artículo habrás aprendido cómo se alcanza el EMPODERAMIENTO INTERIOR: ¡Revísate el estado de tu columna vertebral y sistema nervioso hoy! Mi equipo y yo estaremos encantados de recibirte en nuestro oasis en medio de la ciudad: Momentum Quiropràctic en Rambla de Catalunya 11. Y por ser lector/a de la Guía Holística, reserva tu Momentum de salud a -50% de dcto: una primera visita (valor de 70€) ahora por 35€ (válido únicamente este
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Doctora en Quiropràctica
Fundadora de Momentum Quiropràctic