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Un señor vino a verme porque necesitaba vender su casa con urgencia.
Hacía semanas que la había puesto a la venta y no recibía las tan esperadas visitas de posibles interesados.
Estaba desesperado.
Contrató mis servicios como asesora de Feng Shui y me mostró la vivienda.
La casa tenía una fachada fea. Tan fea que solo con verla te echaba para atrás.
Aquí estaba el primer bloqueo para que entraran esos posibles compradores.
El segundo era que había muchas casas a la venta en la misma zona y con mejor aspecto.
Apliqué mejoras de Feng Shui probando varios recursos para mejorar la armonía de la casa. Y solo con esto multiplicó por 5 las visitas interesadas en comprar la vivienda.
Y sí, la casa se vendió.
El secreto del éxito de la venta de la casa fue que logré convertir esa vivienda en EL HOGAR que los compradores tanto habían anhelado.
Se trata de una metodología que podré aplicar también dentro de 10 años. O de 100.
No es un truco tipo… “Pusimos el cartel más grande de la ca- lle que la gente jamás había visto e inevitablemente entraron como moscas”. No, para nada. No fue eso.
Lo que hice con esa casa fue que la gente se sintiera con ganas de quedarse en ella. Que sintieran la sensación de hogar que tendrían al vivir en ella y de disfrutarla.
Efectivamente, la gente se veía viviendo allí. No importaba lo fea que fuera la fachada, sentían la armonía de estar en un hogar.
Eran capaces de imaginarse allí con su familia y crear bonitos recuerdos.
Y las visitas aumentaron cuando armonicé el espacio para que fluyera la energía vital.
Porque todo lo que ves en tu casa es un reflejo de tu vida, tus emociones, tu salud física, ambiente familiar y prosperidad.
Todo. Si hay algo en tu vida que no está fluyendo en tu vida cómo te gustaría, puedes necesitar aplicar el Feng Shui. Aplicártelo a ti no, aplicarlo a tu hogar.
El objetivo del Feng Shui es maximizar el flujo de «qi» (energía vital) en un ambiente para lograr la máxima calma y productividad.
Para descansar bien y despertarte cada mañana renovado con energía y sentirte a gusto en tu hogar tienes que saber cómo organizar cada estancia de tu casa. Y no, no me refiero a que un interiorista te la ponga “de revista”, sino a estudiar la distribución energética de cada rincón y su orientación.
Algo tan sencillo como dejar de dormir con los pies orientados a la puerta, o debajo de una ventana, puede suponer un cambio vital en tu energía.
Pero eso lo sabe cualquier interesado en Feng Shui. Cuando estás conmigo te analizo las energías del espacio (en función del año de construcción, reformas y orientación de la fachada), estudio las geopatías dañinas que puedan estar afectando a tu salud y realizo un informe detallado con propuestas de mejora.
Si quieres armonizar tu hogar para mejorar el descanso y la prosperidad en tu vida, te espero aquí: