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Naihara Cardona Martinez

Abogacía Sistémica

¿Cómo ayudan las constelaciones familiares​ al derecho?​

Estamos en una sociedad regida por el hemisferio izquierdo: lógico, racional, calculador… donde se forman los aprendizajes. 

Aprendemos con el izquierdo. Sentimos con el derecho. Solucionamos con ambos.

¿Cómo ayudan las constelaciones familiares​ al derecho​​

Aunque nuestro sistema educativo está actualmente en proceso de cambio, hoy en día sigue sostenido por profesionales formados en un paradigma carente de educación emocional basado en una estructura racionalista y lógico-matemática.

Pero la realidad es que la mente racional no abarca lo suficiente para resolver un conflicto emocional.

¿Cómo podemos resolver desde el diálogo (consciencia), temas que forecen desde el inconsciente?

Nos comunicamos con el hemisferio izquierdo, el racional, pero las emociones están dominadas por el hemisferio derecho. Y todo lo que está en el subconsciente, al no darnos cuenta de ello, no podemos verbalizarlo.
Es difícil buscar soluciones cuando ni siquiera somos conscientes de que tenemos un problema.

Los expertos ya saben que nuestro cerebro se rige en un 1 % consciente, un 2 % preconsciente y un 97 % inconsciente. Por lo tanto, si pensamos en una empresa en la que un socio tiene el 97 % de las participaciones; otro, el 2 %, y otro, el 1 %, ¿quién tomará las decisiones en esa empresa?

Es importante tomar consciencia para no dejarse llevar por aquello que nos domina sin darnos cuenta.

Si las personas en conficto actúan según sus programaciones inconscientes, o sea, percibiendo su entorno como amenazante y reaccionando a él de formas defensivas o agresivas, el conficto acostumbra a crecer. Entonces creen que necesitan al mejor abogado, entendiendo «mejor» como el más agresivo, el que los lleve a derrotar a su «enemigo», porque en realidad se sienten en lucha.

La constelación familiar no necesita explicaciones. No se trata
de convencer a nadie. Cuando se lleva a cabo esta práctica
por parte de un profesional preparado, toda explicación deviene innecesaria. La imagen que se muestra mueve el interior de las personas. No hay nada que afirmar ni que negar, pues la persona lo siente.

Un gesto tan sencillo como poner a las partes mirándose a los ojos (de forma real o imaginaria en casos de elevada tensión) mientras uno le dice al otro «veo tu dolor», hace que las partes se sientan vistas, reconocidas, lo que cambia la actitud de forma inmediata, pues esa persona, ipso facto, sale de la defensiva, deja de lado la agresividad, y se siente vista, comprendida y conectada con la empatía.

Las personas, extrañadas, suelen preguntarse, ¿pero cómo puede ocurrir esto? ¿Y de verdad funciona? La respuesta es: por supuesto que sí, es un campo mórfico, y eso es ciencia, aunque no podamos comprenderlo.

Igual que aceptas que a tu Smathpone le llega internet sin entender cómo, no necesitas conocer el mecanismo exacto de las constelaciones familiares, solo sabemos que la conexión está ahí.
Y por ello, es de vital importancia la preparación del abogado en este sentido, para poder canalizar a esa persona que necesita tomar consciencia de su situación y sus implicaciones, y así poder caminar hacia la solución. Y más importante que el procedimiento y la comprensión del mismo, es la postura, la mirada del abogado hacia el cliente, el conficto y todo el sistema.

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